No sé si D.I.L.F. (dad I'd like to fuck) lo describe bien... Yo había tenido fantasías con las madres de mis colegas. Bueno, con las que tienen bigote no... Y había visto alguna escena porno con M.I.L.F.'s. Pero para empezar no sé si el madurito con el que contacté el otro día es padre, y además no es que sea especialmente atractivo. Lo tenía ahora delante de mí, impecablemente vestido con su traje caro y sus zapatos brillantes, y no era precisamente George Clooney a pesar de ello. Calvo, con más pelo en la barba que en la cabeza. Cara redonda y mofletuda. Barriga que su americana no ocultaba. Y más que rechonched en general. Salvo en el culo. ¿Por qué tantos hombres, con los años, desarrollan un culo plano? Él lo tenía grande, porque estaba gordo, pero plano, inexistente. Le faltaba una dimensión. Era perturbador. Menos mal que solo le vi por detrás cuando me guió desde la puerta de entrada hasta el salón de su casa.
Y esa es otra. Porque ahí estaba. Había cumplido como quedamos y fui el sábado por la mañana a verle. Y me encontré con un decorado rococó fuera del tiempo. La alfombra era un crimen. Y que las paredes y tapizados fueran a juego era inenarrable. No soy especialmente culto, nunca pensé que en mi vida usaría la palabra inenarrable. Ni siquiera sé cómo la conozco, a quién se la habré oído, pero ahora se había instalado en mi cerebro y no había forma de acallarla. Mirara donde mirara una vocecita repetía "inenarrable, inenarrable".







