Protagonistas de los relatos: Gus



Gus es un chaval de barrio, buena gente. Pronto descubrió que no tenía disciplina para los estudios, así que comenzó a trabajar en lo que iba saliendo. Sin embargo no es para nada un chico ignorante o sin cultura, simplemente algo perezoso para las actividades intelectuales, prefiriendo las físicas.

Y físicamente no puede quejarse: Moreno, pelo corto, casi rapado, y guapo. Rostro alargado, ojos oscuros y labios muy besables.

A sus 20 años ha desarrollado ya un cuerpazo bien marcado y definido, con buenos pectorales y abdominales. No tiene más vello en el torso que el que le escala desde el rabo hasta el ombligo, y que él se recorta hasta que parece una fila de hormigas recorriendo su piel caliente.

Buenos brazos, buenas piernas y un culo que es territorio inexplorado completan su físico tremendo, que le permite fácilmente ligar con quienquiera. Y aquel o aquella con quien ligue se lleva la sorpresa de su vida al bajarle los pantalones y descubrir su polla, un miembro realmente apetecible de 22 cm de carne dura, un poquito curvado hacia la izquierda, circuncidado y con unos huevos gordos siempre llenos de una enorme cantidad de lefa que sale disparada en chorros potentes y enormes que empapan todo alrededor.



 



Gus siempre había estado con chicas. Masculino y hetero, sin embargo ha ido desarrollando cierta curiosidad hacia otros chicos, y poco a poco ha ido fantaseando acerca de follar con alguien de su mismo sexo. Esto no hizo en ningún momento que dejara de zumbarse todos los chochitos que pudiera, cosa que le encanta. Pero sí que provocó que fuera desarrollando un plan para poder estar con algún chico también.

Se excita pensando en cuerpos musculados. Y se empalma cuando se imagina un buen rabo. Y para cumplir sus fantasías fue para lo que decidió crear un perfil en una red social gay y así conocer chicos de forma discreta. De esta manera conoció a su primer chico y se zampó su primera polla, toda una experiencia.

Claro, que para el otro chico también fue un placer estrenar a Gus y disfrutar en su boca de su polla tremenda perforando su garganta.

Gus es buen follador. Su curiosidad le impulsa a ir probando situaciones con chicos, empezando por mamar, pero sin descartar la follada, que seguro que se producirá pronto. Masculino y vigoroso, las chicas siempre acaban muy satisfechas con él, y seguro que sus embestidas darán mucho placer a muchos culos.

Conocerá también a otros chavales, con los que acabará formando su grupito de follamigos, para disfrutar del sexo con chicos cada vez que le apetezca sacar a pasear esa polla tan buena que tiene. Hasta dónde llegará en su curiosidad por el sexo gay solo el tiempo lo dirá: ya ha disfrutado de una mamada, ¿vendrá la follada? ¿tríos, faciales, orgías, bukkakkes...? Un rabo así desde luego es digno de ser disfrutado.

Podrás ir leyendo aquí los relatos de sus peripecias.





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