miércoles, 20 de agosto de 2014

Relato: Elige tu propio polvo 7






Esto es parte de un relato, si quieres comenzar por el principio, pulsa aquí.




Después me pidió que se la chupara. Me puse de rodillas mientras él quedaba de pié pegado a la pared. Su pollón, largo, gordo y duro, apuntaba directamente a mi cara, como un misil que fuera a estallar contra mí. Los huevos le colgaban como a un toro, y automáticamente me agarré a ellos con una mano mientras me metía la punta de su rabo en la boca, apretando con los labios y lamiendo con la lengua.
 

 
Él gimió, y me agarró la cabeza para que tragara más. Fui metiéndola toda despacio, poco a poco, sintiendo cada centímetro bajando por mi esófago. Era tan gorda que me cortaba la respiración, y no hacía más que salivar.



 
Él resultó ser todo un machote y, manteniendo mi cabeza bien agarrada para que no pudiera apartarme, me folló la boca a saco. No puedo creer que ese rabazo entrara y saliera así de mi garganta. Con su polla en mi boca mi rabo se puso más duro si cabe, y noté cómo unas gotas de líquido preseminal resbalaban por su punta.


Me folló la boca como quiso, hasta el fondo. Me la tragaba entera, llegando hasta su vientre y su vello púbico, notando sus cojones golpeándome con cada movimiento.
 





Le lamía los huevos, el abdomen y volvía a tragar polla, una y otra vez.
Él gemía, cada vez más caliente, y yo estaba poniéndome también cada vez más, con esa tremenda follada de boca que me estaba dando.


 

 

Si quieres que se corra ya en tu cara y boca, pulsa aquí.    

Si quieres que ahora te la chupe a ti, pulsa aquí.     

Si quieres pasar a la follada, pulsa aquí.    
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